En Internet circulan muchas recetas de plastilina casera. Esta es una adaptación de una de ellas. Es la única que hago porque es en frío totalmente. Ni cocción ni agua caliente. Se hace en minutos y ya se la puedes dar a los peques.
Otra ventaja es que puedes hacerla más o menos blanda simplemente añadiendo un poquito más de aceite.
Para los bebés pequeños les va mejor blandita. Les encanta aplastarla con la mano o hundir los dedos. Si se la meten en la boca, la escupiran por la cantidad de sal que lleva. Aunque tampoco le pasará nada si acaba tragando algo de esta plastilina ya que solo lleva harina, sal, agua y aceite.